Mi abordaje del dolor
Son muchas las fuentes de tensión a las que estamos sometidos hoy en día, largas jornadas de trabajo, sedentarismo, manejo del estrés ineficiente, mala alimentación…por mencionar algunas; y el masaje en su siglos de desarrollo se ha establecido como una de las herramientas más poderosas para aportar al bienestar físico de toda persona. Para mi por ejemplo, ha significado un potenciador de mi conciencia corporal o propiocepción, y con esto disminuí notablemente las tensiones superficiales que antes me afectaban.
En la terapia, especialmente a quienes llegan por primera vez a tratarse con masaje su tensión muscular, les explico este increíble beneficio inicial que nos brinda el masaje descontracturante, pero además, como me lo enseño mi maestro, es una herramienta poderosa para lograr:
“La activación funcional”, ya que el masaje causa un aumento mecánico de la circulación; contrarrestando en cierta manera la mala circulación provocada por el sedentarismo o malas posturas prolongadas.
“Alivio de tensiones acumuladas”, mediante la aplicación de técnicas profundas de trabajo para llegar a las fibras musculares más afectadas.
“La liberación de los nervios espinales: que conectan nuestro cerebro con todo el resto de cuerpo”, a lo que atribuyo que muchos de mis pacientes al terminar su sesión, expresan que tienen una sensación renovadora de liviandad corporal.
“La activación de la circulación sanguínea: fundamental ya que es la sustancia que nutre cada célula de nuestro cuerpo.” …considero que este beneficio es totalmente claro en sí mismo.
“La regulación nerviosa y endocrina: que nos permite desarrollar un óptimo desempeño, nivel de balance y enfoque; reducir el cortisol que es la hormona a la que se atribuye el estrés crónico. Con esto además incrementamos la vitalidad, ya que parte importante del cansancio proviene del sobre pensamiento asociado al estrés.”
Es por esto que en mis sesiones busco no sólo aliviar la tensión con un masaje profundo, que en ocasiones puede ser doloroso, sino también que el paciente pueda llegar a un estado de calma mental, de relajación… que para mi es el complemento perfecto para un masaje efectivo.
A quienes me preguntan si el masaje duele, les digo…”es relativo”. El nivel de tolerancia al dolor el distinto en cada persona y como tal, mi estrategia para evitar que la sesión signifique un constante sufrimiento para quien lo recibe, es:
1. Una comunicación clara desde el principio, al conocer de antemano porqué vienen y siendo clara de si efectivamente esta en mis manos ayudarles (ya que el masaje no esta indicado para el 100% de los casos de dolor).
2. La profundización del masaje lo realizo de forma gradual; preguntando en los momentos en los que busco tratar de forma específica una contractura muscular, así conozco el nivel de tolerancia de cada uno, pero siendo clara del mínimo requerido para que el masaje sea efectivo y no se vuelva sólo un “cariñito”.
Por ultimo, sólo me queda transmitirles mi total compromiso por ser un aporte para todo el que toma mi servicio, por lo que me esfuerzo en prestar un servicio desde la excelencia.